DEUDORES DEL ESPÍRITU

«Somos deudores, pero no de la carne para vivir según la carne. Pues si vivís según la carne, moriréis; pero si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis.»

Romanos 8, 12-17

La “carne” para San Pablo es todo aquello que se opone al espíritu. No hemos nacido de la carne sino del Espíritu, por eso estamos llamados a vivir según el Espíritu Santo. Dar muerte a todo lo terreno como hijos de la luz y del día que somos, ese es nuestro cometido. Es difícil, pero con la ayuda de la gracia de Dios todo lo podemos lograr.

Creo que la mayoría ha tenido la experiencia de la muerte que trae vivir según la carne. Las obras del cuerpo, como las llama San Pablo, son fuente de muerte negativa, lo digo así porque no se asemeja en nada al ir muriendo a las obras de la carne por el Espíritu, ya que es él el que construye en nosotros un nuevo ser, una nueva criatura.

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